Desde las entrañas del volcán

Desde las entrañas del volcán
Blog-experimento. Espacio onírico. Utopía en proceso de construcción. Soy comunicadora audiovisual, guionista, escritora, feminista, militante de lo colectivo, artista, activista, anticapitalista y hechicera de la revolución. Colaboro con varias publicaciones y me apunto a un bombardeo. Para propuestas amorosas y proyectos contacta conmigo: garcialopez.alejandra@gmail.com

lunes, 27 de enero de 2014

Epifanía


(Atracción, Imagen, Equipado)

No intuía la luchadora que iba a llegar a la final, aunque se había equipado para la ocasión, ahora se sentía como si estuviera en bragas, o sin ellas, delante de todos. Estaba claro que sus palabras subvertían y provocaban atracción, pero su secreto no podía ser revelado sino que tenía que ser descubierto. Su mentor siempre le había dicho que de lo que mejor se escribe es de lo que se lleva dentro por eso iba a relatar el momento en el que la fuerza creativa la había penetrado por primera vez. La imagen es potente les advirtió. Todo ocurrió estando en el volcán que coronaba la isla. Una grieta se había abierto en el suelo y de ella había salido un humo colorido. La joven se despojó de sus ropas y abrió las piernas, lúbrica, sobre aquella incisión. Se dejó erotizar por el húmedo y cálido vapor que de ella emergía y, en ése intercambio, eyaculó. Con sus fluidos había engendrado en el interior de la tierra un nuevo movimiento. Era la revolución femenina a la que le había incitado su mentor. El dios del vino, la manía y el éxtasis, era quién le había dado la llave de la solución embriagadora final. Por eso ya le daba igual perder que ganar, porque ocurriera lo que ocurriera iba a hacer lo que quisiera, como siempre. Pondría fin al relato y se levantaría de la silla. Aún sobre el ring, eyacularía en directo, salpicaría al público de su instinto animal, induciría al orgasmo colectivo y abriría para siempre las puertas de la libertad infernal.




Texto que pasó la primera eliminatoria en el campeonato de improvisación literaria Lucha Libro. Bajo el pseudónimo de Arcadia y ocultando mi rostro bajo una lustrosa máscara subí al ring para acometer mi propósito. Cinco minutos, tres palabras, una pantalla gigante...literatura en directo.

jueves, 23 de enero de 2014

Mantis Religiosa





(Médico, Mirada, Aceituna).

Era la tercera vez que subía al ring, pero estaba igual de nerviosa. Había pasado la semana entrenando y escribir siempre le daba hambre. Mucha hambre. Abrió su agenda de terciopelo color aceituna y eligió a uno de sus amantes al azar. El elegido era un médico de mirada penetrante. Cuando llegó dieron paso al juego. El pensó que al fin había llegado el momento de su esperado orgasmo, pero no. La fémina colocó sus manos en posición de rezo y ataco. Le comió a terroríficos besos; la boca, la cara y la cabeza. Bebió de su cuello como una saharaui del desierto. Dejó el cadáver en el suelo, vaciándose de sangre caliente. Y subió al ring dispuesta a contar lo ocurrido. Sabía que, por el pacto ficcional establecido el público, no creería que lo narrado hubiese ocurrido en realidad así que se propuso terminar con una demostración en directo. ¿Algún voluntario en la sala que quiera probar?.










Texto realizado durante el campeonato de improvisación literaria Lucha Libro Canarias. Bajo el pseudónimo de Arcadia y ocultando mi rostro bajo una lustrosa máscara, subí al ring para acometer mi propósito. Cinco minutos, tres palabras, una pantalla gigante...exhibicionismo, mucha emoción y literatura en directo.

Aquelarre










(grotesco/pantalla/camarero)

El relato que iba a narrar era cuanto menos grotesco. Aunque estaba un poco nerviosa porque su amigo camarero, la había hartado a vinos e igual eso le jugaba una mala pasada cuando llegara el momento. La pantalla retransmitía lo que iba escribiendo. En realidad ese día, más que escribir, iba cumplir una promesa en directo. Contaba una leyenda que otrora una comunidad de mujeres salvajes vivió en la isla en la que se hallaban. La hermandad de la rosa negra la llamaban. Se decía que pervertían a los hombres con sus danzas ditirámbicas, sus trances lisérgicos y sus orgías infernales. Los habitantes locales, por miedo a lo femenino, las había quemado una a una en el lugar dónde años después se levantaría el café Atlántico. Lo que no contaba la leyenda es que aquellas mujeres habían prometido volver para urdir su venganza y saciar su sed. Ocurriría un 26 de Octubre cuándo una de sus siniestras hermanas las invocara. Como podrán imaginarse esa hermana era la misma luchadora que escribía el texto. Se había puesto ése vestido largo y negro, heredado de sus antepasadas, con el que abriría las puertas del infierno. Se preguntarán a estas alturas cómo termina esta historia. Les voy a dejar con las ganas; no diré nada porque eso quitaría suspense a lo que va a ocurrir en breves momentos, aquí y ahora.


*Texto realizado durante el campeonato de improvisación literaria Lucha Libro Canarias. Bajo el pseudónimo de Arcadia y ocultando mi rostro bajo una lustrosa máscara, subí al ring para acometer mi propósito. Cinco minutos, tres palabras, una pantalla gigante...exhibicionismo, mucha emoción y literatura en directo.

miércoles, 15 de enero de 2014

La loba



(Diseño, Trueno, Guante)

"El diseño de su máscara le entusiasmaba. Llevaba mucho tiempo preparándose para ese reto. Llevaba toda su vida entrenando el músculo con el que se escribe, para el que no se necesita guante, porque no es otro más que el alma. Cuando estaba en el ring sintió la ansiedad secar su garganta. Pensó que iba a abandonar pero, de pronto, un trueno iluminó la estancia. Sintió la lava fluir en sus entrañas. El público se agitó al ver que la luchadora se transformaba. Sus ojos se volvieron amarillos, sus orejas se irguieron y se excitó saboreando en su hocico la sangre de su última presa. Los asistentes comprobaron que efectivamente no estaban ante una luchadora. A través de la sombra vieron que aquella joven tenía cuatro patas y una cola que le salía por el dobladillo de la falda. Se preguntarán que fue del premio. Quedó des
ierto. La loba aulló y devoró al jurado."

*Texto que pasó la primera eliminatoria en el campeonato de improvisación literaria Lucha Libro. Bajo el pseudónimo de Arcadia y ocultando mi rostro bajo una lustrosa máscara subí al ring para acometer mi propósito. Cinco minutos, tres palabras, una pantalla gigante...literatura en directo.