Desde las entrañas del volcán

Desde las entrañas del volcán
Blog-experimento. Espacio onírico. Utopía en proceso de construcción. Soy comunicadora audiovisual, guionista, escritora, feminista, militante de lo colectivo, artista, activista, anticapitalista y hechicera de la revolución. Colaboro con varias publicaciones y me apunto a un bombardeo. Para propuestas amorosas y proyectos contacta conmigo: garcialopez.alejandra@gmail.com

martes, 31 de diciembre de 2013

Paraíso infernal



Desde las entrañas del volcán les desea un feliz año nuevo de destrucción. Que caigan los pilares tambaleantes de lo viejo. Que del caos espontáneo surja lo nuevo. Que sean gamberros y no pospongan el placer por una realidad vacua que no aporta más que planicie y apariencias falsas. Que entre en erupción este mundo ficticio, cuna del espectáculo y tótem de la mentira de la caridad. Que reviente del todo y revienten quiénes lo sustentan. Que despertemos de este estado de letargo edulcorado y acomodado. Que estalle la revolución. Que el infierno se haga visible del todo. Que caiga el velo que nos impide ver lo que hay detrás.. Que dejemos de lado el miedo paralizante y salgamos de una vez de la cueva. Que vuelva la anarquía, la filosofía y la emancipación. Que le den por culo al trabajo alienado. Que elijamos la vida que queremos llevar. Que seamos lo que queremos ser porque nadie nos va a regalar nada. Que viva el sexo y la masturbación. Que el amor rompa las cadenas del odio y la empatía acabe con el egotismo a dos. Que siga activa la lucha de las mujeres porque este es nuestro siglo. Que seamos una gran tribu y que triunfe la cooperación.  Que en el año nuevo sacrifiquemos este sistema opresivo y opresor y reguemos con su sangre las tierras…porque el día que decidamos hacer de este mundo el paraíso infernal, lo conseguiremos…

Inframundo



Mundo civilizado, dorado, ordenado, capitalizado. Lo que oro parece, inframundo es. Desastres y desgracias normalizadas, arraigadas, apariencias vacuas, sonrisas frustradas. Espacio fronterizo, castrado, alienado, corrupto y desvirtuado.

El inframundo no es algo que llegará. Ya está aquí. Vivimos en él día tras día; lo pisamos y lo llenamos. Lo conformamos con cada una de nuestras acciones y todas nuestras decisiones, inconscientes o razonadas. Todos juntos, sí. 

Sufrirlo es prácticamente inevitable. La vida mancha. Manchamos y nos mancha. Pero hay algo que se puede hacer. Hay vías para sobrevolarlo como estado transitorio de conciencia si es lo que queremos...

Una de ellas es la vía rápida y cómoda, la que elige la mayoría. Resignarse, aceptarlo como parte de él hasta que dejemos de verlo, de sentirlo, de juzgarlo. Mímesis. 

La segunda es arriesgada y exige reflexión y esfuerzo constante... Indagar, penetrar, discernir, no conformarse...saber quién y qué en medio de los vapores lisérgicos del inframundo no lo es y otorgarle importancia, hacerle un hueco, nutrirlo y cuidarlo, mientras vivamos...Diégesis.


lunes, 16 de diciembre de 2013

Karma



El amiguismo, esa fortaleza tan antigua como el árbol del Edén, es tan nocivo para la sociedad como fructuoso para quiénes lo practican.

El keroxen es la puerta del infierno III. Romería de clausura

Crónica del sábado 7 de diciembre Keroxen 2013: Romería de clausura.


Pantalla madre del Keroxen. Foto de Juan Maré
El fin de semana que pondría fin al KEROXEN13 fue insuperable.  El infierno se llenó de almas ávidas de descenso a las profundidades a quiénes ni la lluvia ni la tormenta eléctrica frenó. Comenzó con un viernes de reggae con más de veinte músicos invitados. Mis camaradas keroxenianos me comentaron que fue una noche llena de emociones jamaicanas dónde el humo lisérgico que salía de las grietas del tanque era verde y olía a marihuana.
El sábado comenzó a las 10,30 para los más madrugadores razón por la que no pude asistir el día anterior. Se inauguró con la Primera Jornada de Autoedición de canarias PLIEGUE organizada por la ya mítica La Piscina Editorial.  El evento prometía ser una novedad en el mundo de la autopublicación y así fue. En el mercadillo pudimos ver las creaciones de Los ochenta pasan factura, la Felguera editores,  Sandwich Mixto, Anticiclón, Ciervo & Castor, Arroz Negre, Fanzine la Raya y Una buena barba, entre muchos otros.
Keroxen 2013 Primera Jornada de Autoedición de canarias PLIEGUE.  Foto JuanMaRe
Keroxen 2013 Primera Jornada de Autoedición de canarias PLIEGUE. Foto JuanMaRe
Fue, además de todo un éxito, una oportunidad para conocer las novedades del mundo del fanzine. Entre tanto pudimos escuchar las conferencias de sus autores. Los que aún no nos hemos animado a la autopublicación nos convencimos del todo. Es el futuro editorial basado en la consigna de “no esperes por nadie para hacer cosas, hazlas tú mismo”. Fanzinante.

David Martín en el Keroxen 2013. Foto JuanMaRe
David Martín en el Keroxen 2013. Foto JuanMaRe
A las 18 horas ya estaba el tanque en marcha, llenándose de los primeros romeros. El espacio K temporánea se llenó con el percusionista DAVID MARTÍN. La pieza elegida para sorprendernos fue Nature Impact,una tempestad en la que se ponía de manifiesto la lucha de los elementos. Fuego, agua, tierra y aire pelearon entre bombos de colores y platillos afilados. Los sonidos galácticos creados por David nos transportaron a un estado primigenio dónde el Big Bang tenía ritmo de percusión. Nos sorprendió su traje de hombre rayo, decorado con luces de neón blancas, y su bombo infernal, preparado con polvos de talco, que nos transportaba al fondo de un agujero negro cada vez que lo golpeaba. Otra de las rarezas fue acariciar los instrumentos con un rastrillo. Coronó la actuación con un final explosivo en el que parecía que todos íbamos a desaparecer repentinamente en un Big Crunch. A pesar de los pocos keroxenianos que estábamos a esa hora, los aplausos se desataron demostrando que la experiencia no nos había dejado indiferentes porque fue simplemente espectacular.
Diego Hdez y Laura Marrero en el Keroxen 2013. Foto JuanMaRe
Diego Hdez y Laura Marrero en el Keroxen 2013. Foto JuanMaRe
La tarde evolucionaba al ritmo de  DIEGO HERNÁNDEZ y LAURA MARRERO con su propuesta de arte escénica que combinaba música y danza. Diego compuso en directo, con su steel guitar, atmósferas sugestivas para acompañar los voluptuosos pasos de danza contemporánea de Laura quien se erotizaba y nos erotizaba mientras se expandía por el suelo del tanque. Fue un momento libre y sin ataduras en el que dejamos volar la imaginación. “Lo que todos siempre queremos hacer y nunca hacemos” en palabras del demiurgo del Keroxen, Néstor Torrens. Muy sugerente.
Perro Verde en el Keroxen 2013. Foto JuanMaRe
Perro Verde en el Keroxen 2013. Foto JuanMaRe
Continuamos con los recién estrenados en formato de festival infernal PERRO VERDE.  La actuación comenzó con elementos novedosos: la prueba de sonido de la que nos hicieron partícipes y que nos atrapó desde el primer momento. Cargados con un arsenal de instrumentos electrónicos nos embrujaron con su teclado, casette, guitarra  y la joyita sonora del wave drum. Crecen muchísimo en directo. Con su ambient noise, sus drones sostenidos y subterráneos, sus slides de guitarra, su reminiscencia psicodélica y sus bombos electrónicos, las grietas del tanque se abrieron una vez más. Nos sumergimos a través de ellos en el inframundo cargado de espectros dónde el paisaje sonoro evocado se va construyendo poco a poco, progresando y configurándose en ambivalencias acústicas. Atmósferas envolventes minimalistas y solitarias se cruzaron con la intensidad y asfixia del fuego más infernal, llenando de matices y texturas experimentales la vacuidad del silencio que era de color verde. Destacó la sincronía del grupo, bajo la que subyace un exhaustivo entrenamiento del músculo con el que se hace la música, que no es el oído sino la emoción. Las variaciones imprevisibles dejaron huella en un plano intelectual abstracto que nos absorbía y estuvieron acompañadas de visuales en blanco y negro que hicieron de la actuación una experiencia de performance musical difícil de olvidar y que deja con hambre.  Ojalá que los palmeros vuelvan pronto.
El Pilar Azul en el Keroxen 2013. Foto JuanMaRe
El Pilar Azul en el Keroxen 2013. Foto JuanMaRe
Seguimos con EL PILAR AZUL y su rock progresivo de sonidos que recuerdan a Sonic Youth.  A pesar de que el directo fue por momentos catastrófico, salvaron bien las dificultades. La voz de Zeus llenó de solemnidad con tono celeste con sus “Ooohs” que se superponían en escala sonora, inspirando melancolía, y contrastaba con un batería que penetraba de lleno en nosotros  y un bajo que se escondía ligeramente ante el público aunque no podía esconder las vibraciones que nos llegaban de su instrumento. Su actuación fue cuestión de actitud, una actitud que daba seguridad a un sonido que no consiguió afinarse del todo en ningún momento. Continuaron con serios problemas de sonido lo cual desató una par de “ánimos” de los acólitos. Fue la típica actuación en la que quizás sobra la letra, no porque no nos interese, si no porque los sonidos que la banda es capaz de componer, sin duda de color azul nostálgico, son lo suficientemente potentes; tanto que pueden banalizarse con unas letras que no terminan de encajar armónicamente, o disarmónicamente pero buscadas, con el resto de la composición.  La actuación se completa cuando sale Jaír de Pumuky a dialogar con el amplificador y el vocalista al teclado cierra los ojos, a partir de ahí todo fluyó. Superaron los problemas con elegancia y nos arrastraron con ellos en busca del pilar perdido que da nombre a la banda.
Truna y sus Monstruos en el Keroxen 2013. Foto JuanMaRe
Truna y sus Monstruos en el Keroxen 2013. Foto JuanMaRe
Con el experimento TRUNA Y SUS MONSTRUOS  viajamos desde la música experimental al arte sonoro para detenernos en un lugar imaginario plagado de seres mitológicos dónde Truna era el amo. Un experimento sublime que puso en relación el ámbito visual y sonoro del arte explorando nuevas vías de la percepción audiovisual. La naturaleza híbrida del artista recrea paisajes sonoros surrealistas dónde la abstracción psicoacústica, el noise y la tecnología, tanto analógica como digital,  permiten proyectar un sinfín de emociones, que no se pueden concretar con palabras. Las películas escogidas para la ocasión fueron Godzilla vs the thingThe deadly mantis y The giant clawn aunque Andrés hizo una excepción para el keroxen, digitalizando las imágenes que siempre proyecta en super 8. Fue el mago que nos devolvió a una infancia en la que es fácil sobrecogerse experimentando sensaciones que ni de lejos pueden ser pensadas por la razón. No hubo ni un keroxeniano que no se dejara absorber por la experiencia propuesta por Truna quién nos convirtió en sus monstruos de deseo y nos manejó como quiso, cual titiritero. Los estímulos creados por el valenciano se clavaron como puñales en nuestra memoria emocional y nos invitaron a investigar los conceptos artísticos propuestos en una especie de performance musical y escénica que es lo más parecido a la Gesamtkunstwerk de Wagner. En esta obra de arte total estuvo acompañado de su violonchelo, la trompeta truna y su maleta mágica; un artefacto artesanal que recuerda al Theremin de Clara Rockmore y emite sonidos vibrantes que penetran en el cuerpo y lo recorren sin que se pueda hacer nada por evitarlo. Predominaron las contradicciones sonoras: atmósferas opresivas y estridentes, y sonidos exóticos y románticos. La pantalla madre del keroxen se dividió en dos; en la parte más grande se proyectaron las películas y en la otra la sombra mitológica del músico hechicero. La imagen resultante era la metáfora de lo que estaba sucediendo. Truna leía con sus sonidos las imágenes de las películas en un espectáculo sobrecogedor. Le abrazamos al concluir su actuación con una explosión de aplausos bien merecidos. Una experiencia inolvidable que esperamos que se repita pronto.
Javier Kraviwetz en el Keroxen 2013. Foto JuanMaRe
Javier Kraviwetz en el Keroxen 2013. Foto JuanMaRe
JAVIER KRAWIETZ encendió la chispa del fuego sagrado que ya estábamos esperando a esas horas. Su actuación fue cuestión de un rostro sonoro que deja entre ver muchas tablas además de un talento innato. Tal vez por eso nos olvidamos por completo de que faltaba la coreógrafa Masu Fajardo acompañándole, porque Javier se marcó unos pasos de baile y saltos, guitarra en mano, que nos dieron ganas de abalanzarnos sobre él y devorarlo. Con el primer tema “why or why not?” los keroxenianos, aún tímidos, compensaron su falta de movimiento con cálidos aplausos. Pero al ritmo del segundo tema Shapes” ya nos desfasamos. Javier nos contagió con su delirio pop, rock industrial, dark wave  y sus bases a modo de latidos sonoros que se metían por el cuerpo como sanguijuelas en busca del éxtasis que nos inundaba. Una voz desgarradoramente controlada, unos punteos de guitarra locos, unas bases y efectos hipnóticos y unos movimientos corporales que invitaban a la lujuria fueron suficientes para transformarnos en los seres infernales que queríamos ser esa noche. Con el tema “Listost” penetramos en grutas más profundas y oscuras. El humo irrumpió en el tanque y Javier se convirtió en el encantador que controlaba a las serpientes que éramos nosotros. Se agradeció escuchar un “gracias” con acento canario proveniente de un estilo musical que bebe de muchos otros, pero que tiene grabado a fuego el inconfundible sello Krawietz, de aroma berlinés. Los keroxenianos nos entregamos a él con total devoción, le silbamos y aclamamos al más puro estilo canario y le agradecimos que viniera a presentar su nuevo disco a casa, dónde le echábamos de menos. Cuando daba por finalizada su actuación le pedimos otra, y otra que nos dedicó entre carantoñas y mismos sónicos irreverentes y descarados, como nos gusta.  Fue el aviso inminente de la tormenta eléctrica que estaba por llegar a la islas, el huracán que nos hizo desencajarnos bailando al intentar emular sus movimientos y la enajenación hecha música que nos atrapó cual medusa con su stylophone beatbox.  El más divertido de la noche. ¡Gracias Javier!
Pumuky en el Keroxen 2013. Foto JuanMaRe
Pumuky en el Keroxen 2013. Foto JuanMaRe
Con PUMUKY los keroxenianos nos ahogamos en nubes lisérgicas de sonido melancólico y reposado. Fue una actuación minuciosamente elaborada, sin fallos de sonido y con unos diálogos de guitarra y bajos que se distorsionaban y progresaban en un viaje sónico por el espacio dónde el esplendor musical reverberaba entre pedales y efectos que fueron lo mejor de la actuación. Con el nuevo tema El eterno femenino y el sexo del Universo, maravilloso título por cierto, disfrutamos como nunca porque pudimos percibir un nuevo tono más oscuro y desgarrador. El sonido de sirenas nos advertía que estábamos a punto de vivir una catarsis emocional que llegaría a su clímax con su clásico “Si desaparezco”. Los keroxenianos se entregaron a la banda tinerfeña acompañándoles en sus letras, elevando los brazos y contoneándose al ritmo de la voz sombría y susurrada de Jaír quién fue capaz de conmover los corazones más duros que iban buscando el gamberrismo extremo a esas horas de la noche.  Aunque lo que más disfrutamos, los más obscenos, fueron los finales de los temas dónde la banda se regocijaba explorando distorsiones chirriantes, ecos y melodías atonales que nos pusieron los pelos de punta, y no solo los del brazo.  Con el último tema “Los enamorados” las parejas se entregaron a la magia mientras los que no la teníamos buscábamos entre la masa si había alguien con quién poder entregarse a la pasión edulcorada. Agradecieron a Jose, a la batería, que les acompañara y que sin duda fue el perejil de todas las salsas. Culminaron en el suelo divirtiéndose con los pedales y los amplificadores y creando un torbellino de sonidos cósmicos y afilados que recordaron a los de My Bloody Valentine. Ese momento fue lo más atrevido de la actuación, lo cual se agradece, porque por fin escuchamos algo que no esperábamos, el contrapunto a la falsa apatía buscada que siempre les acompaña en su actitud de los directos y que quizás era demasiado densa para las horas en las que nos encontrábamos. Los más queridos de la noche, aunque para muchos estuvieran en el lugar equivocado en cuánto al orden de la programación.
Mo Kolours en el Keroxen 2013. Foto Juan MaRe
Mo Kolours en el Keroxen 2013. Foto Juan MaRe
MO KOLOURS empezó fuerte apelando a que nos emocionáramos con él. Personalmente era el que más me atraía del cartel  porque le sigo desde hace tiempo, pero también era el más desconocido para la mayoría. Tal vez por eso cuando irrumpió en el escenario con sus colores de Isla Mauricio el público estaba desconcertado. Por eso hizo bien en llamarnos con un “¿hola?” que repitió varias veces,  buscándonos con su voz segá,invitando a que nos levantáramos y le siguiéramos en ese viaje exótico a África que haríamos con él entre ritmos tribales. Con el micrófono pegado a los labios y sus movimientos mucho más que sensuales nos animaba a soltarnos, a deshacernos de los límites, a dejarnos llevar por su luz y su soul. Un soul que embruja y seduce y que despertó los instintos más primitivos en todas las mujeres y los hombres. Mo Kolours supo como conquistarnos con sus temas hechos a base de samplers grabados en directo y su voz que transmite la energía sin límites de los chamanes. Sus susurros al micro “Si,si,ha,yeah” fue lo más lascivo que hemos escuchado en mucho tiempo. Supo como despertar nuestras pulsiones animales, mirándonos a los ojos, pasándonos el micro, señalándonos y haciéndonos partícipes de manera personalizada de su impecable actuación, aunque los que ya le conocíamos no esperábamos menos de él. Le dimos las gracias por estar a la altura, una altura a la que solo él llega.  El sonido Mo Kolours nos sumergió en un trance de reminiscencias mauritanas y cubanas, mezclando segá y soul, incluso hip hop, y algún eco dub rematado con un manejo magistral de la mesa dónde se puso de relieve su destreza de club londinense. Destacó su interpretación, sus bailes pélvicos, su buen rollismo y lo bien que se tomó la intrusión de algunos acólitos que, al ver que dejaba que interactuaran con su conga, quisieron más llegando, incluso, a intentar quitarle el gorro. Ni con esa actitud tan confianzuda consiguieron robarle la sonrisa ni el talante humilde que tiene el músico. Creo que a más de uno nos entraron ganas de llevárnoslo a casa y que siguiera iluminando nuestros días con un alma tan pura como la de Mo Kolours. Se entregó a nosotros tanto como nosotros a él y así permaneció; sin dejar de secarse el sudor de la frente, como es lógico, porque exprimió su alma y se dejó el pelaje, que por supuesto tiene estampado de leopardo, para que nos lo pasáramos bien. Espectacular y perfecto su manejo de los sonidos.  Nos atrajo como moscas a la miel con su embriaguez narcótica transportándonos a su estado espiritual auténtico y que tiene impronta de mamá África. La epifanía de la noche.
The Bug & Flowdan en el Keroxen 2013. Foto JuanMaRe
The Bug & Flowdan en el Keroxen 2013. Foto JuanMaRe
Con THE BUG & FLOWDAN el infierno sonoro se hizo visible en todos los sentidos. Con ellos comenzaron los problemas que acabarían por deslucir el final arriba, propio de las buenas historias, que el Keroxen merecía. Todo apuntaba a que tenían que haber sido el reventón casi final de la noche y lo fueron, pero con un set no exento de fallos que casi enturbian el buen sabor de boca con el que nos había dejado el artista anterior. Todo empezó con una actitud demasiado seca del músico, incapaz de dedicar ni una tenue sonrisa al equipo humano del Keroxen al menos, ya que por lo que pudimos ver le resbalaba que estuviéramos todos como locos por verle desplegar su infierno sonoro. Al final todo pareció apuntar que el karma existe y los dioses que habitan en el interior de las mesas de mezcla quisieron darle un escarmiento porque cuándo la bestia parda comenzó su set la relación que existe entre tecnología y electricidad se empeñó en no dejarle avanzar. No sé si por un problema de amperaje, por un problema de cable mojado o simplemente por una jugada cargada de mala leche y sarcasmo del Leviatán del Keroxen. Como los keroxenianos estábamos tan predispuestos al reventón de tímpanos, a hacer agua nuestros riñones y a partirnos los tobillos, y lo que hiciera falta a esas alturas de la noche, nos entregamos en éxtasis demoníaco y gamberrismo ilustrado a The bug, a pesar de que durante unos de diez minutos,  tras unos segundos de tema, el sistema se caía y vuelta a empezar. No sé si lo demás lo habrán visto, pero yo le vi convertirse en un toro embravecido al que poco le faltó para recoger sus cosas y marcharse. Cuándo por fin arrancó comenzó una represión atípica del keroxen. Nos separaron de la mesa de mezclas, alejándonos. A los de las primeras filas no nos gustó esa actitud porque bien acostumbrados que estamos a comportarnos como los dioses infernales mandan estando a menos de un metro de la mesa de mezclas. El sentido común también habita en el infierno, señores. A pesar del desafortunado proceder de The bug, con Flowdan el ambiente se relajó y nos dejamos llevar por unas vibraciones viciosamente ensordecedoras que dos días después todavía nos acompañaban con sus pitidos. El volumen extremo fue de agradecer y aún hoy nos acordamos del  flow de Flowdan, valga la redundacia. pidiendo a gritos “Louder”. La sesión no dejó títere con cabeza y pudimos entregarnos al baile desvergonzado del ritmo más dirty de los británicos.  Si hubiera llevado mejor los problemas técnicos les daría una puntuación bien alta. Pero como no, sólo digo que no supo atenerse a las limitaciones del espacio y “piiiiiiiiii”.
Postman/Jorganes Keroxen 2013
Postman/Jorganes Keroxen 2013
El marrón iniciado con The bug a los platos y Flowdan al micro salpicó de una manera irreversible a POSTMAN/JORGANES que, sin embargo, demostraron una actitud infinitamente más humilde y profesional que los anteriormente mencionados.  Fueron, porque no quedó otro remedio, los chivos expiatorios de la noche que tuvieron que hacerse cargo de los retrasos en la programación con los daños colaterales que suponían; entre ellos bajar el volumen a nivel cascos e  incluso parar la música porque la policía visitó la puerta del tanque, eso sí con  amabilidad. La mayoría de los keroxenianos se marcharon pensando que ya no iba a haber nada más por lo que para cuándo Postman y Jorganes pudieron comenzar su set, el tanque estaba prácticamente vacío. Lo positivo fue que nos quedamos en familia y una vez que superaron los problemas, el dúo canario arrancó con una sesión que se deslució por el retraso, pero que no escatimó en calidad y finura. Puro dub con reminisciencias funk, hip hop del más elegante y electrónica bien hecha, que en las islas escasea, es la  huella sonora que les caracteriza y que nos dejaron impresa en los oídos. Al final nos hicieron vibrar y nos volcamos con ellos con la certeza de que no estaban disfrutando de su set como se hubieran merecido. Pero a veces hay que ceder por los amigos y otra cosa no, pero en el equipo Keroxen son todos amigos así que tuvimos paciencia para poder salvar los últimos latidos de vida del Keroxen13. La sesión culminó con aplausos sinceros hacia Postman y Jorganes. Me quito el sombrero por ambos y creo que es un sentimiento generalizado. Así concluyó la velada programada.

Pero no queríamos irnos de allí con un sabor de boca agridulce. Los keroxenianos más perversos apurábamos los últimos minutos, intentando retener en nuestra memoria los momentos que habíamos vivido en el tanque durante un mes de programación. Nos arremolinamos en el centro del Infierno, contemplando el satélite que nos había iluminado durante tantas noches, esperando una señal…y llegó  Dave Watts para saciar nuestra sed última de dionisismo. Bidón en mano, comenzaron los bombos iniciados por el Orfeo Negro al más puro estilo tribal.  Rápidamente cogimos lo que teníamos a mano para hacer música improvisada emulando los latidos del keroxen 13 que estaba a punto de extinguirse. Nos entregamos a la hybris más desenfrenada en bailes extáticos, poseídos por una manía delirante.  Fue un momento irrepetible, místico y revolucionario en el que los que quedábamos en el tanque nos sentimos parte de una gran tribu, la tribu keroxen. Fue la imagen de la orgía final en la que nos fundimos en un orgasmo colectivo. Por un momento pensamos en desnudarnos y darnos a los placeres más primitivos para acompañar a esa música improvisada que era el reflejo especular de lo que el festival nos había hecho sentir en todos esos días.  Un momento espontáneo, de hechizo keroxen, alborotador e irreverente, que define bien el espíritu del festival.  Cuando apagaron las luces aplaudimos como si no hubiera un mañana, pero si lo hay…El keroxen13 ha concluido y nos hemos quedado huérfanos de pantalla madre.  Pero no definitivamente, por fortuna, sino hasta el  año que viene. Esperaremos pacientemente hasta que el Keroxen 14 vuelva a envenenarnos.

Pd: GRACIAS al equipo humano que hace posible un festival tan tóxico y contracultural como el keroxen. Gracias por confiar en los canarios que no tienen límites porque aquí se pueden levantar proyectos experimentales como este. Gracias por atreverse con propuestas tan estimulantes y necesarias en una isla como la nuestra. Gracias por ser una tribu y hacernos sentir parte de ella. Gracias por los momentos inolvidables, las risas, los bailes, las amistades, el amor  y el sexo que surge de sus veladas. Gracias a la pata que sació nuestros estómagos y nos dio energías para continuar cada noche. Gracias al restaurante de La Concepción por complacer nuestros paladares. Gracias al Equipo Parapor enriquecer nuestro intelecto con sus lecturas perfectamente escogidas para la ocasión. Gracias por dejar espacio para propuestas nuevas como Lucha Libro y 69 segundos. Gracias a los miembros del purgatorio –la barra del keroxen- por tratarnos tan bien y echarnos un rellenito cuando se lo pedíamos. Gracias a los artistas que hicieron del tanque un encuentro relacional y nos permitieron introducirnos en sus piezas e interactuar con ellas. Gracias a los músicos por poner banda sonora al Infierno. Gracias a los bidones que nos permitieron descansar las piernas cuando nos iban a estallar de tanta danza maldita. Gracias a los colaboradores porque sin ellos el keroxen no sería lo mismo. Gracias a los keroxenianos por el buen rollo que se respira ahí dentro y del cual son protagonistas. Gracias al keroxen por ser inspirador de ésta y otras crónicas. Y,  por supuesto, gracias a Néstor y a Pura por abrirnos las puertas del infierno una vez más. ¡Larga vida, muerte y resurrección al KEROXEN!

Gracias al fotógrafo JuanMare por cedernos las fotos.

lunes, 2 de diciembre de 2013

El keroxen es la puerta del infierno II



Crónica del viernes 29 de noviembre para Dirty Rock

Programación en la pantalla madre del Keroxen
El día había amanecido con densas nubes negras y la lluvia hizo acto de presencia, pero todo era una advertencia. Esa noche iba a haber tormenta infernal en la quinta jornada del KEROXEN13.

AZZUAH
El trance comenzó con el recién nacido proyecto audiovisual de AZZUAH y su pieza  “Ergoesfera y redención”. Arrancaron con unos destellos amenazadores llevándonos al borde de la epilepsia y secuestrando nuestra atención. Así empezó el viaje al interior de la psique como parte de un cosmos infinito en el que la consciencia se diluye. Las imágenes nos condujeron a una explosión sensorial que motivó la desconexión racional y permitió que nos abandonáramos al universo emocional. Sonidos invasivos que evolucionaban, mezclando latidos electrónicos, ecos cristalinos y murmullos acuáticos, acompañaron un discurso visual poético que llegó a su clímax en un cúmulo de evocaciones magmáticas y resonancias saturadas, punzantes como agujas. Una propuesta novedosa y sugerente que seguro crece en un espacio como el tanque.  

JACOB
La pantalla madre del Keroxen hizo su emotivo homenaje a Lou Reed, mientras esperábamos que la introspección continuara con la propuesta de sonoridad subterránea que estaba por llegar.   

Los paisajes esbozados por JACOB, que rebasan los límites del ambient, el dark y el noise instrumental, nos abstrajeron en una experiencia completa que bebía de la magia negra, los poderes mefistofélicos y bien podrían ser eco del sonido ancestral del culto a los muertos. De su tecnología sonora, manejada con maestría, sacaron drones profundos, reverberaciones abisales y sonidos que fueron reflejo especular de quienes habitan en el subsuelo y se nos revelan a través de la necromancia. Nos deleitaron con una atmósfera refinadamente inhóspita que inquietaría al mismo Poe. Su pieza “The Ominous” posee crecimiento climático y un nivel compositivo, minuciosamente elaborado, que invita a una inmersión en busca de Belcebú. Los visuales lúgubres fueron sustanciales en el descenso a las profundidades en el que acompañamos al dúo sevillano en siniestra procesión. Con el contrabajo, y sus col legnos, y el humo que emergió de las grietas del tanque, como era de esperar, el encuentro se transformó en un ritual iniciático rebosante de misticismo intimidador que nos obligó a mirar a los ojos a nuestra parte más oscura y temida. La pieza terminó con un in crescendo sonoro que amenazó con hacernos desaparecer para siempre en ese mundo de sombras fantasmagóricas y entes infernales. Todo un experimento que nos dejó con ganas de seguir explorando la negritud inasible que existe dentro y fuera de cada uno.  Una de las propuestas más sublimes en lo que llevamos de festival.

Los intermedios se ribetearon con las lecturas positivas de Gonzalo, del Equipo Para, que siempre desgarran y nunca pasan desapercibidas, las intervenciones de los artistas y la miniatura del restaurante La Concepción que cautivó estómagos con sus propuestas de fusión gastronómica. Hasta que irrumpieron, de sopetón, los bramidos de punk noise depravado de BRUTALIZZED KIDS. 

BRUTALIZZED KIDS
Tuvimos que pelear para hacernos un hueco entre la manifestación de apasionados embrutecidos que habían acudido a ver a los bellacos infernales. Empezaron fuerte con su actuación que siempre es puro espectáculo, acompañados de la vibración sonora estrepitosa que les caracteriza. Este raro espécimen, experto en contagiar de éxtasis guanche, lo dio todo y tanto que poco les faltó  para cortarse las venas y salpicarnos con su sangre estimulante. Escuchamos nuevos temas de la banda canariensis y también pudimos entregarnos a la irreverencia suprema de sus clásicos heréticos “Coches”, “Química” y “Sigo teniendo frío”. Nos corrompieron con su entusiasmo  insolente, sobre todo Albert que despertó los más primarios deseos carnales con sus rugidos guturales y sus movimientos pélvicos cuando emulaba follarse los amplificadores. Los acólitos nos arremolinamos a apenas un metro de la banda para ser receptáculo del sudor y los enjuagues del vocalista a quién le encanta bañar con sus fluidos salvajes. Vimos volar hasta caer al suelo a varios keroxenianos entre empujones y sacudidas propias del trance endemoniado de brutalizzed. Con un “a la mierda” albertino, al más puro estilo Fernán Gómez, comenzaron a volar vasos, escupitajos y botellas de plástico sobre nuestras cabezas.  Los más destructivos de la noche. Todo un show para exaltados que sacó de control lo más primitivo del temperamento canario.

UNICORNIBOT
Los keroxenianos controlamos la manía tabaquista para poder guardar sitio  en primera fila a la espera de la banda gallega que ya nos había abducido el año pasado y nos animó a coronar nuestras cabezas con cuernos plateados una vez más. Así UNICORNIBOT invadió el centro del tanque, enardeciéndonos con su deriva frenética imprevisible. Nos conquistaron con su arrebato libidinoso fusionando math rock, tropicalismo y distorsiones de guitarra conjugadas con una batería que se impone, da cuerpo y rebosa de materia sonora. Sus temas, que manejan tiempos extremos y están cargados de una extravagancia acústica de impronta única, son difíciles de olvidar. La banda nos embrujó con su pócima sonora que evolucionaba de un tema a otro con brutal dinamismo. Destacó la actitud del grupo que dialogaba interna e instrumentalmente y con sus texturas arrítmicas buscadas nos transportaron a un mundo mitológico-extraterrestre dónde ellos son los jefes. Iniciadores de un credo de sonoridad profana que desata pasiones, los de Pontevedra suenan como sátiros de lo experimental, sólo que éstos son mitad unicornios aunque conservan la erección permanente. Se lucieron con solos de guitarras, afiladas como cuchillas, con los que nos desencajamos los huesos en danza maldita. 

UNICORNIBOT escalando la columna central
La actuación culminaba con los bombos hipnóticos del batería indómito que terminó de reventar el termómetro infernal, escalando la columna central del tanque entre los aplausos enajenados de todos. Fueron el río de energía insurrecta que no encuentra límite y dejaron claro que su banda es un híbrido imaginario entre mito y realidad.  

DAVE WATTS foto de JUAN MARÉ
La noche llegaba a su fin. Muchos fueron abandonando el tanque, entretanto los más osados esperábamos al Orfeo negro, DAVE WATTS. La figura ya mítica, que eleva la categoría del dj a la de brujo sonoro, nos sedujo con una sesión que no escatimó en calidad. Fue uno de los sets más siderales y elegantes del maestro de la mesa de mezclas quién captó con voracidad la esfera emotiva que imperaba entre los asistentes. Con él terminamos de entregarnos a la pasión keroxénica propia de la última hora, cuándo siempre dudamos si seguir bailando o darnos a la bacanal. Antes del mágico tema de cierre que nos dedicó, advirtió que volveríamos a vernos el próximo fin de semana en la romería que clausurará el KEROXEN 13. Hasta entonces más nos vale ser comedidos y adorar, aunque sea por pocos días, a Apolo porque el sábado 7 de Diciembre…el vandalismo continuará, el Dios ebrio será nuestro guía y el orgasmo colectivo está asegurado para el séquito keroxeniano que se entregará, sin lugar a dudas, al infiero tóxico en una gran copulación acústica final.


Pd: Por supuesto, la pata puso el broche final a la celebración. 

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