Desde las entrañas del volcán

Desde las entrañas del volcán
Blog-experimento. Espacio onírico. Utopía en proceso de construcción. Soy comunicadora audiovisual, guionista, escritora, feminista, militante de lo colectivo, artista, activista, anticapitalista y hechicera de la revolución. Colaboro con varias publicaciones y me apunto a un bombardeo. Para propuestas amorosas y proyectos contacta conmigo: garcialopez.alejandra@gmail.com

jueves, 18 de diciembre de 2014

El espejo



Todos recurrimos al espejo. Unas veces para admirarnos. Otras para no olvidar que aspecto tenemos cuando nos hemos borrado. Sin embargo, hay un espejo del que huimos constantemente. Es el temido espejo en el que no queremos vernos reflejados. Todos estamos hechos de algo que tememos ver. Todos somos eso que no queremos ser. Es el espejo una ventana abierta a los miedos inconscientes. Lo perverso aflora y lo femenino adolece. Preferimos tirar una piedra que rompa la imagen. Con ella intentamos borrar lo que no se puede decir, pero ahí permanece. Tal vez si fuéramos capaces de mantener la mirada a nuestros propios ojos lo que está enquistado engendraría en nosotros. Los opuestos se harían uno, los dolores serían aprendizajes, los horrores elementos de creación. Pero es más fácil ser como Narciso. Admirar lo que consideramos bello y cerrar los ojos para no ver lo que se hunde en la tierra y malcría dentro. La desesperanza está en nosotros; la desesperanza de saber que tenemos un nido de larvas anidando en el alma conviviendo con la certeza de que mientras no abramos demasiado la boca nadie podrá ver los gusanos.

Un pene con uñas

Collage de Dani MF



Documentándome para un nuevo proyecto sobre escritura y sexualidad que sacaré muy pronto he dado con un interesante artículo. En él se explica de manera científica en qué momento de la historia los hombres perdieron las espinas que tenían en el pene y que conservan la mayoría de los mamíferos macho. 

Otrora los penes humanos estaban recubiertos de espinas de queratina. Algo parecido a las uñas. Sí, un pene lleno de uñas para que se agarrara bien a la vagina. De esta manera se conseguía desechar el esperma de los competidores e irritar a las hembras para propiciar la ovulación. 

Ahora que se llevan las uñas de todos los colores, con toda clase de dibujitos horteras y cuanto más largas mejor –porque así se asimilan más a las que aparecen en el porno- me pregunto si acaso los hombres con espinas tipo uñas en el pene también las adornarían con florituras para ir más a la moda. El hipster decoraría sus uñas con pequeños bigotitos de colores pantone. El macho ibérico las adornaría con el escudo de su equipo de futbol o le pondría alerones. El del PP se dibujaría la famosísima gaviota. El progre pasaría de las uñas porque estaría muy ocupado leyendo con una mano el manifiesto comunista mientras con la otra sostiene el último ejemplar del playboy. 

Quizás ha sido la pérdida de esas espinas uñosas o uñas espinosas que tenían en el pene nuestros antepasados, y no la apropiación de las armas al descubrir el fuego y el metal, lo que ha favorecido la dominación del hombre sobre la mujer. A falta de uñas para irritar a las hembras en el momento del coito buenas son dos hostias para mantener el orden. Un estudio realizado por científicos de las universidades de Standford y Pensilvania ha revelado que esta característica desapareció en el hombre con un fragmento de ADN que se eliminó durante nuestra evolución. Los investigadores también han identificado una región del genoma que ha permitido que el cerebro se expandiera. 

La conclusión es que las espinas del pene humano han desaparecido porque tenían dos opciones: desarrollar un pene extrapotente o desarrollar el pensamiento. Por lo que sabemos esta cuestión sigue abierta para los hombres contemporáneos: mucho pene y poca cabeza o al revés. Ustedes eligen.

Después hablamos




La última vez que me dijiste después hablamos…
Le diste mi droga a otro para que me la diera porque tú no querías acercarte. 
Te escurriste durante casi todo el festival. Te busqué entre fantasmagóricas siluetas en los fumaderos;en todos los descansos; religiosamente.

La última vez que me dijiste después hablamos…
Pregunté por ti a cada cara conocida y acudí a dónde me decían con la falsa esperanza de que cuando te viera todo se iba a arreglar. 
Se truncó cualquier posibilidad de goce o disfrute aquel día; que era nuestro día. 
Te vi a través de la voz y la pose desgarrada de ella, disfrutando o al menos intentándolo, mientras yo arañaba mis entrañas y aguantaba el tipo. 

La última vez que me dijiste después hablamos…
Te escribí un par de veces sometiendo mi espíritu indómito, mendigando un poco de afecto. Qué asco.
Te encontré en medio de la pista y me acerqué a ti y tú evitaste mirarme hasta el último momento. 
Vi en tus ojos dos pozos negros, en el fondo estaba yo; de fango hasta el cuello. 

La última vez que me dijiste después hablamos…
Te ausculté e intenté robarte un beso, pero tu quitaste la cara; el infierno. 
Te pedí que por favor me dijeras algo y lo único que saqué fue después hablamos, después hablamos. 
Pero yo no quería hablar, sólo quería sentir-te, tocar-te, amar-te. 

La última vez que me dijiste después hablamos…
Te vi perderte entre la gente. Me sentí perdida y con los pies clavados en el suelo. No podía moverme. Intentaba sonreír. Ser agradable con mis compañeros. 
Intenté parecer decente, a pesar de sentir el insondable peso de la humillación sobre mis hombros. Delante de todos. Sin poder esconderme. 
Te esperé a la salida y te busqué fuera. Entre los coches, en el baño, en los bares.

La última vez que me dijiste después hablamos…
Nos volvimos a encontrar a las puertas del local, sólo te atrevías a dirigirme la palabra con tres putas sillas de metal por medio como si no quisieras contaminarte de algún mal sin remedio. 
Me dijiste que disfrutara de mis amigas y que después hablamos y te quedaste tranquila como si con haberlo dicho ya estuviera todo hecho, como si yo fuera capaz de hacerlo. 
Conservé cierta esperanza, pero esa que ya está putrefacta y moribunda, hasta que hablamos. 

La última vez que me dijiste después hablamos…
Al final hablamos y me dejaste en la calle, rompiste conmigo y me trasladaste la decisión que, antes de entrar en el inframundo, ya habías tomado. 
Me metiste en un taxi después de haberme apaleado con sentimientos como si tuvieras vergüenza de lo que habías causado. 
Y te fuiste de fiesta, y seguiste la fiesta. 

La próxima vez que me digas después hablamos…
Tendrá que ser la última vez, debería de serlo.

MÉNADES / KEROXEN 14

Portada del poemario de Marco Alom
"Ménades: incitación a la euforia" pretende cuestionar el poder y los comportamientos impuestos produciendo fisuras irreparables en la moral dominante, pero a mordiscos y con toda la violencia primigenia femenina propia de las ménades. Poseídas por un deseo incontenible de verdad, los agudos alaridos de aquellas mujeres resonaban en la noche por los montes, proclamando con sus actos físicos y lingüísticos un nuevo orden. Las ménades de hoy, en lugar de pieles de leopardo y tirsos, portan pancartas feministas y anticapitalistas. Las mujeres siguen siendo la vanguardia salvaje que lucha contra los excesos de la civilización y la razón.


¿Era el menadismo una forma de activismo político que rompía con la castrante labor normalizadora de una cultura patriarcal? ¿Puede servirnos de inspiración para recuperar un marco comunitario de vida sin renunciar a la complejidad del sujeto contemporáneo?

Ménades / Keroxen14, el proyecto de ocupación poética que he comisariado para Keroxen ya tiene página de facebook. https://www.facebook.com/pages/Ménades-Keroxen14/715818801827035 - en la cual estamos subiendo todos los poemas para que éstos alaridos menádicos se puedan escuchar desde cualquier rincón del mundo.

¡Gracias a todos los que han participado, un gran equipo!

Autores: Juvenal Machín Casañas, Adrián González Fuentes, Alexander Rios, Annie Costello, Mole Carlson, Bárbara Sánchez, Irene X., Carlos Moreno Morera,Diana Álvarez, Silvia Herreros De Tejada, José Otero, Nira Llarena, Elena Alonso, María Guedes , Eva González, María Castrejón, Judit Mengual, Aleida Belem Salazar, Jaime DF, Carmen G. de la Cueva, Emily Roberts, Pilar Martín Gila Daniel Toledo Monsonís, Berna Rodion, Hugo Clemente, Miriam Reyes, María Antonia Ortega Hernandez-Agero, María Mercromina, Ana Béjar, Laia López Manrique, Javier Caro Ceice, Rocío Álvarez Albizuri, Ana Elena Pena, Tebu Guerra, Raúl Campoy, Esteban Campos Trujillo, Isla Correyero, Santiago Gil, Alejandra Galo y Roy de los Bosques
Los diseñadores: Nestor Torrens, Néstor Delgado Morales, Francisco Marrero, Raquel Hernandez Verdu, Rocío García López, Francis Cabello, David Ferrer y Tais Sirole.
Portada y Contraportada: Marco Alom
Qr´s: Bruno Barreto Martín
Maquetación: Gustavo GaBa
Desarrollo Web: Simone Marin
Colaboradores: Escuela Literaria, La Piscina Editorial

Más información en:
Ménades / Keroxen14


Si quieres conseguir tu poemario Ménades de edición limitada ponte en contacto conmigo.

KEROXEN 14




Keroxen no es un festival de música ni una exposición de arte.

Keroxen no es una muestra multidisciplinar ni un encuentro intercultural.

Keroxen no es una experiencia sensorial ni un espectáculo de visuales.




Keroxen no es una feria de autoedición ni una performance colectiva.

Keroxen no es poesía en la calle ni una ciudad inundada de grafitos.

¡Keroxen es todo eso y mucho más! Un ser mutante que vive en un antiguo tanque de queroseno de 50.000 metros cúbicos. Este monstruo, endémico de Tenerife, se alimenta de los keroxeniatas que atrae con sus latidos que reverberan y reverberan por todo el Atlántico.

Por sus entrañas han pasado, durante cinco ediciones corrosivas, Pierre Bastien. King Midas Sound, The Bug, Spectrum, Rob Mazurek’s Starlicker, Chrome Hoof, Mo Kolours, Oso Leone, Jupiter Lion, Balago, Unicornibot, Luger, Pony Bravo, Za!, Brutalizzed Kids, Murrugarren, Mauricio Glz, Anuska Alonso, Teresa Lorenzo, Mar Lopez, Samuel Aguilar, Rolf Hind, Cristo Barrios, Kabuku Session, Gaf y la estrella de la muerte, Fun-Da-Mental, Pumuky, Filastine, Lydia Lunch, Emptyset…

Las autoridades locales advierten que Keroxen es altamente adictivo.

Lacayos


Lacayos de la casta, aspirantes a heredar los privilegios, que se creen en posesión de la gracia y la divina representación de la realidad por aprehender con naturalidad la falsa verdad del sistema en el cual viven y el cual perpetúan con pensamientos que creen como propios y están impuestos por la lógica discursiva de la sociedad de mercado. 

Hasta el coño de discursos simples y demoledores como todo el capitalista/neoliberal, forjador de una subjetividad equivalente, según el cual es evidente que no se puede formular otra alternativa a la de: destrozar nuestro planeta y que la mitad de la población esté en la miseria mientras la otra mitad debe viajar incansablemente, inundando de actividad frenética cada rincón del mundo, comprando y vendiendo lo que sea para que unos pocos privilegiados puedan disfrutar del verdadero lujo. Y los que no lo vemos tan evidente somos todos gilipollas porque pensamos que nuestros coches funcionan con redbull. Este mundo genera miseria y lujo y en medio, la ignorancia de la clase media. La subjetividad es uno de nuestros mayores problemas.

miércoles, 23 de abril de 2014

Phantasmata



  • Agente velador, desconstructor de fantasías. Sus aristas son la tinta invisible de la historia que le da cuerpo y lo sostienen. Instinto, deseo y castración dramatizados en el inconsciente. La imaginación dialoga con este ente, símbolo de lo oscuro, cuya arma letal es la fijeza. Obstinado, aparece solícito sin que nadie le invoque. Enardece, excita, revoluciona y trasciende. Morador de las tinieblas del océano de pulsiones que ahogan. Cueva en la que gozan dioses y hombres y elemento fálico que de las profundidades emerge . Provocador de tormentas internas, naturaleza antisistémica cuyo manto blanco despoja de cordura y ciega. En la hora más oscura penetra sin impunidad ni mesura. Cuando se vuelve invisible, a la luz del día, su peso es un yugo que perturba y envilece.

lunes, 24 de marzo de 2014

Sextopía

Relato escrito para Ruido Fanzine Independiente

En las profundidades del mar tembló la tierra. Explosiones de pasión ígnea se esparcieron por el fondo. Corrieron a su ritmo, el de la creación. Impulsada desde sus entrañas, asomó su rostro de volcán primigenio y se convirtió en paraíso terrenal. Negra como ala de cuervo. Dura y escarpada, su piel dibujó los perfiles que la convertirían en dimensión mistérica. Tres anillos de energía líquida custodiaban su boca: labio mayor, labio menor y corona orgónica. En su interior los latidos levantaron  cuchillas de piedra que peinaron su monte, acogiendo el mar de nubes que volvería a fecundarla. La selva  absorbía  la vida y de los árboles llovían gotas de fértil alegría. Tierra salvaje, ardiente y abrupta, iluminada por la luz que hacen las tinieblas más oscuras. En su corazón de fuego esconde un secreto que late, sólo revelado a quienes tienen el valor de acercarse y beber su sangre. Su lenguaje es el de los prodigios naturales, impregnados por su potencia. En la lucha de los elementos, siempre gana ella.  
Atlántida era su nombre. Mujer como muchas otras, como África, América y Europa. Útero misterioso rebosante de  las aguas de la vida. Recipiente mágico y transformador que cobija a las almas cuando penetran en las fauces del infierno para la celebración. Isla que emergió de la grieta originaria, bañada en libertad irreverente y de sensualidad exaltada. Tierra subacuática abundante en frutales, plantas esotéricas y animales mitológicos salvajes.  Cuevas que servían de casas, casas que eran cuevas habitadas por seres iguales. Ritos  iniciáticos, vorágine de cuerpos que se entremezclaban y trabajo que no era trabajo sino placer sublimado. Potencia colectiva que no tenía límites. Mujeres y hombres que se entregaban  al goce extático en fructífera convivencia. Miembros de una sola tribu, dónde no había enemigos ni jerarquías ni matrimonios. En su lugar, juego de cuerpos deseantes, amantes y pensantes, habitándola. Sexualidad catártica que flotaba, bendecida por ella. Amor libre y liberador le consagraban. Instintos que se celebraban y no eran castrados en sacrificio o aniquilación. Festejos que enardecían los murmullos acuáticos y los convertían en poesía. Arte, imaginario y símbolo seminal de todo lo cósmico. Continente en miniatura preñado de flores negras de las que emanaba rojo vino. Vides de las que brotaba leche y ambrosía color uva. La violencia allí no germinaba; la única ley era que allí nadie dominaba. Fuego, frenesí y húmeda excitación que palpitaba. Realidad arquetípica de la que la humanidad no ha podido dejar de hablar.
Pero esos tiempos de armonía fueron borrados del tiempo por el deseo ciego de los dioses celestes que habitaban en el Olimpo. Entre todos decidieron enviar al dios ecuestre, el guerrero Poseidón quién, acompañado por un ejército de caballos con falos en lugar de cabezas, surcó los cielos e invadió la isla. Guiados por él, los seres fálicos con sus trotes, provocaron un gran terremoto que resquebrajó la isla. Cuando se sintieron cerca de la victoria, las ciegas cabezas de aquellos animales eyacularon todas a la vez, formando un gran diluvio y estableciendo su dominio sobre la tierra materna. Sin embargo, desde el fondo de las aguas, puertas al otro mundo, nos llega un canto profético:

Volveré a emerger como hice en tiempos originales porque soy  la raíz de todas las cosas. La fuente y el vientre que engendra, de la que todo nace, en la que todo florece y a la que todo, después de morir, regresa. Soy la Diosa única y primigenia que habita en el gran océano nocturno e inconsciente. Reina de los vivos y los muertos porque en mi flujo y mi reflujo me celebran y se complacen. Cazadora de estrellas del firmamento acuático en el que reposan deidades y bestias. Recipiente sagrado e infierno submarino; acojo en mi seno todo lo que está dormido y se rebela. Soy la que mora en oquedades y grietas; el éxtasis y el delirio místico que alimentó a vuestros antepasados. Gruta nocturna, sibila subterránea y señora de las lagunas. Soy la existencia exaltada, embriagada y entusiasmada;  la hechicera, la elevación preñada de maná que puede dar y arrebatar.  Mi rostro es el de todos los rostros de éste mundo y del otro. Estoy en todas partes, dónde la vida y la muerte se manifiestan en espectáculo incesante. Y mientras sigan diciendo que he fenecido, yo seguiré diciendo que estoy en las profundidades abisales. Latente, pero viva, desperezándome. Y juro que devoraré y ahogaré en mi vientre, siempre líquido, a los que han tratado de extinguirme y también a los demás. Pero no para fulminar sino para transformar. Porque soy la Madre; brebaje mágico, licor embriagador, elixir de unión. Soy el agua misteriosa que fluye  fuera y dentro de cada uno de vosotros.


Quién tenga sed, que se acerque; el que quiera, coja de balde agua viva” Ap. 22:17


Recomiendo ver el nº 22 de Ruido, cuya temática era el agua y en el que hemos colaborado numerosos creadores canarios. 

miércoles, 5 de marzo de 2014

Escribir es



-Escribir es- 

Convertirse en un monstruo que se devora a sí mismo eternamente. Proceso doloroso y perturbador. Tragedia constante. Automutilarse y destriparse. Abrirse en canal y meterse dentro. Un vómito violentos. Penetrar en el "otro" mundo complejo, confuso, ciego. Encontrar algo que se lleva dentro. Caída libre al infierno. Perderse en un laberinto. Ahogarse en un mar de emociones turbias. Hedor nauseabundo. Ruleta sádica de tres opciones: inseguridad, vergüenza, transformación. Desear la muerte pero no tener el valor de cortarse las venas. Decir adiós. Lucha perdida de antemano con el inconsciente. Desvestirse de pudor.  Tener el coraje de mirarse en los ojos de tu mayor enemigo. Enfrentarse a los demonios internos, los peores. Reinventar lo que ya existe. Destrozarse dándote de bruces contra la muralla del lenguaje.  Escribir es de locos.  

martes, 25 de febrero de 2014

Himno a Ella.

El origen del mundo, Gustave Courbet.


Venerable oquedad, fecundadora de dioses y hombres, incisión profunda que no tiene límites. Bienaventurada centelleante y eliminadora de las preocupaciones, resplandeciente durante la noche y rosácea durante el día, deidad o deimón según quién te contemple. Escúchanos, admirada benefactora que gozas de alma eterna, tú que estás adornada por áureos labios, hay quién dice que hasta dientes, y un exuberante clítoris que te corona, fuente de energía orgónica. Protégenos, oráculo de placer y origen del mundo, porque en tus paredes cavernosas escondes el misterio que hace perder el control a los hombres y conviertes a las mujeres en sacerdotisas y cazadoras. Oh, subterránea afectuosa y guardiana de los deleites más profundos, hechízanos con tus estallidos libidinosos, tú que avivas las pulsiones más oscuras y, como las estaciones, cambias de temperatura. Fuente sagrada que te enardeces frente a las caricias y te tornas líquida con las lenguas de fuego que saben adorarte como sólo tú te mereces, redondeada Madre de la Naturaleza, a quién muchos han castigado y esquilado por tu inclinación a la belleza. Fuente y raíz indestructible que engendras en tu sangre nueva vida, idolatrada poderosa y sustento fértil del mundo. Escúchanos ahora, y olvida a los que han tratado de acallar tu voz perenne, y ocultarte bajo el erecto pene. Nutridora de los frutos, maná y gruta sempiterna de húmedas estrellas, tú que has vivido la calumnia, la represión y la furia cuando eras cercenada por malas bestias. Ven, afortunada envolvente, inspiración danzante de los delirios báquicos, acógenos en tu cripta, deléitanos con tus cantos, báñanos en tus fluidos y derrámate libremente en nuestras almas. Nosotras te invocamos a ti, de ánimo fuerte y femenino, para que impongas tu profundidad, corrompas a los pusilánime de espíritus y destruyas el orden que ahora rige. 

Engúllenos para siempre, Vagina sagrada y poderosa que portas la antorcha, celebérrima devoradora.

lunes, 17 de febrero de 2014

Cuando yo decida o los dos. Compartir es vivir.



Si el anteproyecto Gallardón sobre la reforma del aborto sale adelante, propongo: 

1. Huelga de Vaginas. Indefinida. 


Somos seres sexuados y políticos. La libertad sexual no consiste sólo en poder abrirnos cuándo, cómo y con quién deseemos, sino también en poder cerrarnos cuándo, cómo y con quién deseemos. La sexualidad es un arma de poder que podemos usar para nuestro propio empoderamiento.

2. Parto Huichol. 


Los indios huicholes consideraban el nacimiento como un ritual de carácter sagrado, un momento crucial en la vida de la comunidad que no sólo implicaba a la mujer. Por eso el dolor y el placer de dar a luz de la mujer era compartido con sus parejas. Mientras ella estaba de parto, el marido se sentaba en las vigas situadas sobre su cabeza con una cuerda atada a los testículos. Cada vez que la mujer tenía una contracción, tira de la cuerda. Así el hombre siente tanto dolor durante el parto y alegría por el nacimiento del recién nacido como la mujer.

Si yo lo tengo que tener porque tu lo decides, al menos que el sufrimiento sea compartido en todos los sentidos. ¿No?

martes, 4 de febrero de 2014

Transamorem



Contemplaba con fascinación, como quién acaba de descifrar el misterio de la muerte, el hilillo de sangre que nacía en su entrepierna, surcaba la cara interior de su muslo y descendía lentamente hasta acumularse en el revés de su rodilla. 

Adoro la lava, esa lengua de fuego que se esparce, magmática, en imprevisibles direcciones y engulle a su paso todo lo que toca. Hay en su rojo candente algo placenteramente destructivo. Hay en su paso lento, pero certero, algo oscuramente erótico. Lo que siento por ella es amor. Puro, libre, voluptuoso. Anhelo perderme en su espesura, en su cadencia, en su indomable pasión. Sé que nuestro romance es imposible y eso me causa impenetrable frustración. La busco en cada persona, pero no la encuentro. No encuentro en sus cuerpos, ni en sus mentes, ni siquiera en sus espíritus -si es que lo tienen-  el instinto salvaje y creador que ella posee. Algún día acabará por hacerme perder el control, lo sé. Seré como quién se hizo escritor por cantar a la naturaleza, pero tal es la atracción que siente, que acaba abandonándola para fundirse con ella.  Mi destino será el mismo que el de Empédocles…sólo que yo soy mujer.

La superficie virginal del mármol que hacía de suelo fue profanada por dos enormes coágulos de sangre menstrual que cayeron sobre él llenándolo, cual pintor que llena un lienzo en blanco. Sólo una imagen poderosa como ésta podía arrebatarla de sus estados de ensoñación. Se tumbó en el suelo boca abajo y, tras regocijarse al pensar que ni el frío jaspe podía mitigar su fuego interno, observó las diferentes texturas y matices de colores de aquellos cuajos. Los recogió con sus dedos, comprobó su elasticidad, se los acercó a la nariz y los olfateó. Olían a vida.


http://www.youtube.com/watch?v=OMiodX7pZ_w

lunes, 27 de enero de 2014

Epifanía


(Atracción, Imagen, Equipado)

No intuía la luchadora que iba a llegar a la final, aunque se había equipado para la ocasión, ahora se sentía como si estuviera en bragas, o sin ellas, delante de todos. Estaba claro que sus palabras subvertían y provocaban atracción, pero su secreto no podía ser revelado sino que tenía que ser descubierto. Su mentor siempre le había dicho que de lo que mejor se escribe es de lo que se lleva dentro por eso iba a relatar el momento en el que la fuerza creativa la había penetrado por primera vez. La imagen es potente les advirtió. Todo ocurrió estando en el volcán que coronaba la isla. Una grieta se había abierto en el suelo y de ella había salido un humo colorido. La joven se despojó de sus ropas y abrió las piernas, lúbrica, sobre aquella incisión. Se dejó erotizar por el húmedo y cálido vapor que de ella emergía y, en ése intercambio, eyaculó. Con sus fluidos había engendrado en el interior de la tierra un nuevo movimiento. Era la revolución femenina a la que le había incitado su mentor. El dios del vino, la manía y el éxtasis, era quién le había dado la llave de la solución embriagadora final. Por eso ya le daba igual perder que ganar, porque ocurriera lo que ocurriera iba a hacer lo que quisiera, como siempre. Pondría fin al relato y se levantaría de la silla. Aún sobre el ring, eyacularía en directo, salpicaría al público de su instinto animal, induciría al orgasmo colectivo y abriría para siempre las puertas de la libertad infernal.




Texto que pasó la primera eliminatoria en el campeonato de improvisación literaria Lucha Libro. Bajo el pseudónimo de Arcadia y ocultando mi rostro bajo una lustrosa máscara subí al ring para acometer mi propósito. Cinco minutos, tres palabras, una pantalla gigante...literatura en directo.

jueves, 23 de enero de 2014

Mantis Religiosa





(Médico, Mirada, Aceituna).

Era la tercera vez que subía al ring, pero estaba igual de nerviosa. Había pasado la semana entrenando y escribir siempre le daba hambre. Mucha hambre. Abrió su agenda de terciopelo color aceituna y eligió a uno de sus amantes al azar. El elegido era un médico de mirada penetrante. Cuando llegó dieron paso al juego. El pensó que al fin había llegado el momento de su esperado orgasmo, pero no. La fémina colocó sus manos en posición de rezo y ataco. Le comió a terroríficos besos; la boca, la cara y la cabeza. Bebió de su cuello como una saharaui del desierto. Dejó el cadáver en el suelo, vaciándose de sangre caliente. Y subió al ring dispuesta a contar lo ocurrido. Sabía que, por el pacto ficcional establecido el público, no creería que lo narrado hubiese ocurrido en realidad así que se propuso terminar con una demostración en directo. ¿Algún voluntario en la sala que quiera probar?.










Texto realizado durante el campeonato de improvisación literaria Lucha Libro Canarias. Bajo el pseudónimo de Arcadia y ocultando mi rostro bajo una lustrosa máscara, subí al ring para acometer mi propósito. Cinco minutos, tres palabras, una pantalla gigante...exhibicionismo, mucha emoción y literatura en directo.

Aquelarre










(grotesco/pantalla/camarero)

El relato que iba a narrar era cuanto menos grotesco. Aunque estaba un poco nerviosa porque su amigo camarero, la había hartado a vinos e igual eso le jugaba una mala pasada cuando llegara el momento. La pantalla retransmitía lo que iba escribiendo. En realidad ese día, más que escribir, iba cumplir una promesa en directo. Contaba una leyenda que otrora una comunidad de mujeres salvajes vivió en la isla en la que se hallaban. La hermandad de la rosa negra la llamaban. Se decía que pervertían a los hombres con sus danzas ditirámbicas, sus trances lisérgicos y sus orgías infernales. Los habitantes locales, por miedo a lo femenino, las había quemado una a una en el lugar dónde años después se levantaría el café Atlántico. Lo que no contaba la leyenda es que aquellas mujeres habían prometido volver para urdir su venganza y saciar su sed. Ocurriría un 26 de Octubre cuándo una de sus siniestras hermanas las invocara. Como podrán imaginarse esa hermana era la misma luchadora que escribía el texto. Se había puesto ése vestido largo y negro, heredado de sus antepasadas, con el que abriría las puertas del infierno. Se preguntarán a estas alturas cómo termina esta historia. Les voy a dejar con las ganas; no diré nada porque eso quitaría suspense a lo que va a ocurrir en breves momentos, aquí y ahora.


*Texto realizado durante el campeonato de improvisación literaria Lucha Libro Canarias. Bajo el pseudónimo de Arcadia y ocultando mi rostro bajo una lustrosa máscara, subí al ring para acometer mi propósito. Cinco minutos, tres palabras, una pantalla gigante...exhibicionismo, mucha emoción y literatura en directo.

miércoles, 15 de enero de 2014

La loba



(Diseño, Trueno, Guante)

"El diseño de su máscara le entusiasmaba. Llevaba mucho tiempo preparándose para ese reto. Llevaba toda su vida entrenando el músculo con el que se escribe, para el que no se necesita guante, porque no es otro más que el alma. Cuando estaba en el ring sintió la ansiedad secar su garganta. Pensó que iba a abandonar pero, de pronto, un trueno iluminó la estancia. Sintió la lava fluir en sus entrañas. El público se agitó al ver que la luchadora se transformaba. Sus ojos se volvieron amarillos, sus orejas se irguieron y se excitó saboreando en su hocico la sangre de su última presa. Los asistentes comprobaron que efectivamente no estaban ante una luchadora. A través de la sombra vieron que aquella joven tenía cuatro patas y una cola que le salía por el dobladillo de la falda. Se preguntarán que fue del premio. Quedó des
ierto. La loba aulló y devoró al jurado."

*Texto que pasó la primera eliminatoria en el campeonato de improvisación literaria Lucha Libro. Bajo el pseudónimo de Arcadia y ocultando mi rostro bajo una lustrosa máscara subí al ring para acometer mi propósito. Cinco minutos, tres palabras, una pantalla gigante...literatura en directo.